martes, 15 de octubre de 2013

Expedición de la escuadra chilena al Callao

Plan de Ataque

El 18 de mayo, el contralmirante Williams reveló su plan de ataque al Callao a sus subalternos. Este consistía en dividir a a la escuadra en las siguientes secciones:

1ª Sección: Blanco Encalada, Cochrane y Abtao

2ª Sección: Chacabuco, O'Higgins y Magallanes

Sección especial: lanchas torpedo

Apoyo logístico: Matías Cousiño

La sección especial estaba conformada por las lanchas del Blanco Encalada, Cochrane y Chacabuco que estaban armadas con torpedos de botalón.

La táctica consistía en un ataque sorpresivo entre las 2 y 3 de la mañana o antes si fuera posible, en oscurecimiento total, usando el Abtao como brulote. El Abtao con un mínimo de tripulación, al mando del capitán Thomson y cargado con 200 quintales de pólvora, se colocaría entre los buques de guerra peruanos y las baterías del puerto del Callao, prendería fuego a la mecha que debía producir la explosión, haría de repente una descarga con sus 3 cañones de 150 libras y la tripulación escaparía en la lancha a vapor del buque; por cohetes se daría a conocer si la línea de buques peruanos estaba orientada norte - sur o este - oeste. Aprovechando la luz del incendio, el Blanco y el Cochrane usarían su artillería contra los buques peruanos, preparándose para usar sus espolones y si fuere posible, disparar a la población. Las lanchas se deslizarán suavemente y con todo el sigilo posible entre los buques enemigos, y eligiendo el momento oportuno, aplicarían sus torpedos con preferencia contra los blindados y monitores peruanos. La 1ª Sección y la Sección especial se replegarían a la 2ª Sección previa señal de cohetes del Cochrane.

La 2ª Sección estaría a retaguardia de la 1ª Sección y al incendiarse el Abtao, se dispararían contra las baterías y la población, evitando acercarse a menos de 2 mil metros , cuidando de no dañar buques extranjeros. La Magallanes maniobraría par aprestar auxilio y recoger naúfragos luego de incendiarse la Abtao. El Matías Cousiño estaría a retaguardia, listo para auxiliar a cualquier buque que lo solicitase.

Las defensas del Callao

Desde antes que se iniciara la guerra, el Callao estaba artillado con 8 piezas pesadas. El 21 de mayo de 1879 tenía la distribución siguiente, de sur a norte:

Batería Santa Rosa, con 2 cañones Blakely de a 500 libras.

Torre de La Merced, al inicio de La Punta, con 2 cañones Armstrong de a 300 libras, en una torre giratoria blindada.

Batería Ayacucho, con 2 cañones Blakely de a 500 libras.

Torre de Junín, altura de la actual Base Naval, con 2 cañones Armstrong de a 300 libras, en una torre giratoria blindada.

Además, contaba con los buques de guerra anclados: la corbeta Unión, la cañonera Pilcomayo, los monitores Manco Cápac y Atahualpa.

Llegada al Callao

La escuadra chilena llegó a islas Hormigas el 21 y en la noche se acercó a 8 millas de la isla San Lorenzo, echándose al agua las lanchas con torpedos, pero llegan el 22 a las 4:30 am y el contraalmirante Williams aprecia que no están los blindados peruanos. Las lanchas recogieron un bote de un pescador italiano, cuyos tripulantes decían que los blindados peruanos, acompañados por 3 transportes, habían salido para el sur hacía ya cuatro días, y que llevaban tropas del Ejército a bordo.

Las naves chilenas fueron avistadas en el Callao a las 6 am. La cañonera peruana Pilcomayo fue a reconocerlas a las 7:30 am y regresó a las 8:30 am, informando sobre las naves chilenas, incluyendo a la Esmeralda. La prescencia de la escuadra chilena en el Callao, movilizó a muchos oficiales de Lima al Callao, entre los que estaban el teniente coronel peruano Elías Latorre, hermano del comandante de la Magallanes, el capitán de fragata chileno Juan José Latorre.

Al no encontrar la escuadra chilena a los blindados peruanos, se retiró a las 9:45 am sin efectuar acción bélica alguna. La Pilcomayo salió a vigilarlos a las 11 am y regresó a las 2 pm, informando que la escuadra chilena viajaba al sur a toda velocidad.

El 23 a las 2:45 am, fondeó en el Callao, proveniente de Pacocha, el transporte Limeña. Esta nave peruana, había salido en convoy con los blindados el 16, pero fue destacada el 19 a Pacocha.

Encuentro con el Huáscar

El Huáscar regresó a Iquique para desembarcar al capitán de fragata Ramón Freyre, que había sido herido por esquirlas en las piernas, conjuntamente con el cirujano mayor Santiago Távara, quien le daba tratamiento médico. Llegó a ese puerto al anochecer del 29 y acordaron que el Huáscar pasaría la noche en alta mar para retornar a puerto con la luz del día para recoger a los desembarcados y recibir nuevas órdenes. Pero cuando el Huáscar regresó a Iquique, avistó en la entrada del puerto, el 30 de mayo, a los blindados Blanco Encalada y Cochrane, a la corbetaAbtao y a la cañonera Magallanes. Fue perseguido por el Blanco y la Magallanes desde las 7 am hasta las 3 pm, pues el Cochrane y el Abtao se quedaron atrás por falta de carbón, suspendiéndose la persecución porque el Blanco tenía solo 15 toneladas de carbón y la Magallanes para dos días de cocina.1 Mientras el Huáscar puso rumbo a Pacocha, a las 4:45 pm, en las cercanías de Arica, avistó un vapor, era el carbonero Matías Cousiño, acercándose ambos a reconocerse y a las 6:20 pm, el Huáscar empieza su persecución hasta las 7:50 pm, en que se desistió de ella.

Llegada a Iquique

El 31 de mayo, fondeó nuevamente la escuadra chilena en Iquique. Primero, el Cochrane que remolcaba a la Abtao y luego, el Blanco Encalada y la Magallanes que venían de perseguir al Huáscar. Ese mismo día, ingresó el carbonero Matías Cousiño, que procedió a abastecer de carbón a todos los buques, recuperando estos su operatividad y se procedió a reiniciar el bloqueo de Iquique el 1 de junio.

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